Elena Tobaruela Villarejo es una reputada psicóloga que ejerce su profesión en la ciudad de Sevilla. Estudió Psicología en la Universidad de Sevilla, continuó su formación como terapeuta familiar en la Escuela Caleidoscopio. También ha impartido varios talleres en diferentes centros educativos trabajando con adolescentes para prevenir el bullying y también ha ejercido como educadora social en programas de refuerzo escolar. En 2015, comenzó su andadura como psicóloga en la capital andaluza con la apertura de Gabinete de Psicología en Sevilla. Por su consulta, han pasado diferentes niños, adolescentes, parejas y familias que han recibido ayuda de esta psicóloga para realizar grandes avances en sus trastornos psicológicos. La finalidad de esta psicóloga es lograr el bienestar mental de todas las personas a las que atiende.
P:La Covid 19 nos ha obligado a permanecer mucho tiempo en casa y ha modificado nuestra forma de relacionarnos con el medio, ¿de qué manera la Covid 19 nos está afectando psicológicamente?
R:-» El primer confinamiento nos pilla de sorpresa y nuestra necesidad de sobrevivir a las circunstancias hace que saquemos todas nuestras herramientas psicológicas para ponerlas a disposición de esta situación tan traumática y estresante. El confinamiento nos corta de raíz dos necesidades básicas que son las de vinculación y conexión con los demás y la necesidad de estabilidad y predicción del mundo que nos rodea. Por ello, hemos buscado mecanismos de supervivencia que han sacado a la luz nuestras emociones más primitivas”.
P:¿Cómo nos ha afectado desde el punto de vista psicológico el cambio de hábitos o rutinas?
R:-“Nos ha afectado de muchas maneras. Hemos intentado sustituir las rutinas que antes llevábamos que eran rutinas en las que nos relacionábamos con todo el mundo exterior con rutinas similares compatibles con una vida en el hogar. Lo que tenemos que ir aceptando es que la realidad en la que vivimos es muy diferente a la que teníamos a comienzo de año y tenemos que ir aceptando que nuestra forma de vida puede ir cambiando”.
P:¿Qué sector de la población está desarrollando más temor a la hora de salir a la calle por miedo a contagiarse?
R: “Aquellas personas hiperresponsables que puedan tener la responsabilidad de cuidar a otras personas enfermas, familiares ancianos o personas de riesgo. Estas personas intentan cuidarse lo máximo posible para evitar contagiar a un familiar cercano. Otro colectivo que está desarrollando un temor a la hora de salir a la calle es el personal sanitario que está en contacto con enfermos de Covid 19 y esto les hace creer que pueden ser más contagiosos. Su profesión les dificulta mucho en su día a día porque tampoco pueden mantener contacto con sus seres queridos ya que sienten que pueden contagiarles y este pensamiento negativo les invita a aislarse de ellos”.
P:¿Cómo crees que pueden superar ese miedo?
R: “Todos los miedos se van superando a través de la exposición a las situaciones temidas y cuando las personas se enfrentan a estos miedos tienen muchos beneficios para la salud mental y para su bienestar tanto físico como psicológico”.
P: Debido al confinamiento que hemos vivido y a la situación tan extrema a la que nos hemos enfrentado, ¿se ha notado un incremento de trastornos o problemas de salud mental? ¿Cuáles han sido los más frecuentes?
R: “ Todavía las personas creo que no estamos siendo conscientes de esta situación tan traumática y estresante que hemos vivido en la primavera de 2020 . Actualmente estoy atendiendo a muchas personas con síntomas ansiosos, síntomas depresivos o adolescentes que se han visto desbordados por esta situación. Aunque considero que es pronto para evaluar todas las repercusiones psicológicas e incluso físicas que va a tener este confinamiento y otros posibles es necesario que creemos entornos seguros a nivel psicológico que nos proporcionen bienestar y tranquilidad para afrontar posibles confinamientos”.
P: Desde un punto de vista psicológico, ¿crees que estamos preparados para un segundo confinamiento?
R: “No, de ninguna de las maneras. Nadie está preparado para dejar de ver a sus seres queridos, nadie está preparado para cerrar su negocio y enfrentarse a todo el estrés psicológico que supone no tener ingresos. Nadie está preparando para aguantar la presión que están soportando el personal sanitario en España. Nadie está preparado para dejar el ocio y para dejar las cosas que nos hacen sentir placer y bienestar”.
P:Durante la cuarentena, hemos visto que muchos niños no querían ir al colegio y habían desarrollado cierto miedo a salir a la calle, ¿cómo les está afectando a ellos el coronavirus desde un punto de vista psicológico?
R: “Es cierto que hay muchos niños que han desarrollado este miedo. Los niños están sufriendo muchísimo las consecuencias de esta pandemia porque han visto modificada su rutina y porque también son los más dependientes y los más protegidos. Los niños dependen de la salud mental de sus padres y alguno de ellos no goza de una buena salud mental esto repercute inevitablemente en los niños ”.
P: ¿Cómo ha afectado el aislamiento hospitalario al que se han visto sometidos muchos pacientes a su salud mental?
R: “El aislamiento hospitalario ha podido debilitar el sistema inmune de aquellas personas que se han encontrado en una situación de aislamiento y no han podido recibir el apoyo de sus familiares. En el caso de aquellas personas que sí han superado la enfermedad y les ha tocado vivir esta situación han podido ver reflejada su capacidad de supervivencia, de fuerza interior y su capacidad de sobreponerse ante situaciones adversas les ha hecho sacar la mejor versión de ellos mismos para curarse del coronavirus”.
P: ¿Qué factores psicológicos influyen en la recuperación de una persona con coronavirus?
R: “La recuperación va a depender de una serie de factores externos como el conocimiento de la enfermedad que ha ido evolucionando desde principios de año hasta ahora , su forma de prevención y las consecuencias que tenga la misma enfermedad sobre nosotros. Estos factores externos van a influir sobre nosotros y es muy importante que reconozcamos todas las emociones como la rabia o el enfado y que seamos capaces de expresarlas para poder elaborar un correcto proceso de gestión de la situación”.
P:¿Por qué muchas personas han desarrollado problemas psicológicos y de ansiedad al no poderse despedir de un familiar querido?
R: » Al no podernos despedir de un familiar querido, aunque mentalmente sepamos que ha muerto, emocionalmente, necesitamos comprobar que esta persona ya no está y nos falta habernos despedido de ella transmitiéndole lo importante que era para nosotros. Emocionalmente cuesta mucho más aceptar que esta persona se ha ido porque no lo hemos podido verificar físicamente”.
P: Los servicios y atenciones para consultas de problemas psicológicos se están viendo pospuestos a raíz de la pandemia en la mayoría de los casos, ¿cómo puede afectar esta situación a una persona en tratamiento?
R: “Creo que el sistema sanitario está mostrando su déficit justo en este momento. Existe muy poca capacidad de actuación con la pandemia actual y esto está postergando la atención de otras enfermedades graves y, por supuesto, de la salud mental que ya es y era bastante secundaria en el sistema. Normalmente a esta salud mental se le da una atención muy precaria en cuanto a pocas citas, poco tiempo por paciente y esto se produce porque existe un número muy bajo de profesionales psicólogos y psicólogas dentro del sistema sanitario y finalmente las personas tienen que buscarse la vida recurriendo a la terapia privada”.
P: ¿De qué manera te has adaptado para cubrir todas las consultas a las que tenías que atender durante el confinamiento?
R: “El primer confinamiento ofrecí sesiones online y este formato no tuvo mucho éxito y hoy en día comprendo la importancia de ofrecer la posibilidad de que las personas tengan un espacio seguro y confortable al que acudir al margen de su casa, de su familia, de su pareja porque bueno esto les ayuda a abrirse mucho más y estoy segura que ofreciendo sesiones presenciales como estoy ofreciendo ahora las personas van a mantener ese compromiso con su salud mental y con su tratamiento terapéutico”.
P: Los países destinan menos del 2% de sus presupuestos generales a la cobertura del servicio de salud mental, ¿por qué crees que sucede esto?
R: “Creo que existe un modelo muy antiguo por el que nos estamos moviendo a nivel sanitario que es un modelo médico que hace referencia a que cada parte del cuerpo está disociada de las demás y no está relacionada y lo mismo sucede con la mente y el cuerpo. El desconocimiento del sistema de un modelo imperativo hace que la salud mental quede relegada a un segundo plano porque se considera algo totalmente ajeno a la salud física”.
P: ¿Qué medidas crees que son necesarias para mejorar la cobertura de salud mental en nuestro país?
R: “Cuanto antes atajemos que la salud mental influye en nuestro sistema inmunológico y en el desarrollo de diferentes enfermedades tanto como en el afrontamiento de las mismas antes vamos a conseguir un modelo de salud mental mucho más integrativo y mucho más eficaz que impida el desarrollo de otras enfermedades. Para ello es muy necesario concienciar al sistema sanitario de la importancia de la psicología y de la psicoterapia en el ámbito preventivo”.
P: ¿Piensas qué tras la pandemia del coronavirus se valora más la salud mental?
R: “Estoy completamente segura de que el cuidado de la salud mental va a ser uno de los paradigmas que más se desenvuelvan en los años futuros. Nos vamos a dar cuenta de lo importante que es una correcta gestión emocional y de lo importante que es que un profesional nos dé luz y nos explique pedagógicamente cuestiones sobre nuestro cuerpo y sobre nuestra mente que desconocemos. También va a ser muy importante que nos acompañe en la gestión de estas emociones”.